Me gusta ayudar a las mujeres en su proceso de convertirse en madres. Pienso que es una experiencia inolvidable y que deben recordarla con amor y alegría.
El ser partera me ha hecho disfrutar de los partos de muchas mujeres. He sentido la alegría de ver a la mamá tomar a su recién nacido en sus brazos y acercarlo al pecho, vivir la experiencia del apego piel con piel, ver como sus miradas se encuentran.
Disfruto de ver al papá interactuar en el proceso del embarazo, parto y lactancia; verlo acompañar, apoyar y alentar a su compañera.
El parto es transformador y debe ser un hermoso recuerdo de amor, entrega y responsabilidad compartida.